2 de octubre de 2012

Vacances en la France: del 10 al 25 de agosto de 2012. Tercera parte: Costas sur y norte de Bretaña.

Y llegó ya el octavo día de viaje. Tras salir del camping, de cuyo nombre no quiero acordarme, dedicamos la mañana a temas logísticos: compra de víveres y reparación de bicis. El tema del idioma (y de los puñeteros horarios franceses) nos lo puso complicado pero al final ¡lo conseguimos!, bicis listas para usar o al menos para pasearlas en la furgo si que nadie nos mirara raro...  
Siguiente parada, Carnac. Este pueblecito es conocido por la cantidad de monumentos megalíticos que hay en sus alrederores: los alineamientos de Carnac, varios conjuntos de cientos de menhires formando largas hileras o circulos. Al ser época de "turisteo" no se podía acceder libremente a todas las zonas, pero las vistas desde los cercados eran espectaculares...  

Kerlescan
Gigante de Manio
Menec
Muy cerca está Locmariaquer, un pequeño pueblo que se encuentra en el extremo del golfo de Morbihan. También allí nos encontramos con "piedras antiguas" como el Grand Menhir Brisée, el menhir más grande del mundo con sus 20 metros de alto pero que, como dice su nombre en francés, está roto en varios trozos. Aunque sin duda lo más bonito son las vistas, a un lado del golfo de Morbihan y al otro de la bahía de Quiberon.

A un lado y a otro de la punta
Un trozo del Grand Menhir
Seguimos por nuestro paseo por las costas bretonas y nos acercamos a la estrechísima península de Quiberón, que combina al oeste acantilados rocosos y un fuerte oleaje con tranquilas playas de arena fina al este. Con vistas al mar salvaje está el camping municipal de Kerné
La Costa Salvaje
Atardecer en Quiberon
Hotel de excelentes vistas
Al día siguiente tuvimos que tomar una "trágica" decisión: olvidarnos de la zona oeste de Bretaña para poder llegar a Normandía con tranquilidad. Así que en lugar de seguir por la costa, atajamos y tiramos para el norte, hasta la llamada "Costa de granito rosa" ¿El por qué del nombre? Es fácil de adivinar.
Faro de Ploumanach
Curiosas formas de las rocas, que parecen de cartón-piedra
Dormimos muy cerca, en otro camping municipal con vistas: el de Landrellec.
Siguiendo la línea de la costa hacia el este, pasamos de la "costa de granito rosa" a la "costa esmeralda". Por el camino, restos de una enorme abadía y la pequeña población Sables-d'Or-les-Pins, una antigua "ciudad de vacaciones" de lujo hasta que la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial acabaron convirtiéndola en una apacible playa para todos los públicos.
Abadía de Beauport
Sables-d'Or-les-Pins
Las vistas más espectaculares de la Costa Esmeralda están en Cap Frehel y nosotros no nos las podíamos perder!
El faro, los acantilados y las piedrecitas que los turistas colocamos
La rojilla se merecería un "book" de fotos solo para ella...
De vuelta del cabo, volvimos a quedarnos en un camping municipal: bonitos, baratos y en primera línea de playa. Ideal para aprovechar las últimas horas de solete y recargar pilas para el resto del viaje.


(Publicado por Ana)

1 comentario:

  1. Espectaculares los acantilados y todo esa costa tan abrupta y salvaje. Por cierto, para todos los seguidores de este "Dos en la Rojilla", os informo que nuestro querido aventurero Guillermo cumple hoy precisamente nada menos que ¡30 AÑAZOS! así que ¡MUCHAS FELICIDADES! y que sigas haciendo muchos viajes y contándolos en el blog.

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