Después de 6 horas en el ferry, llegamos de noche a Barcelona. Directamente cogimos carretera, hacia Tarragona para no hacer el mismo trayecto que a la ida. Tras un intento de furgoperfecto en Vilanova i la Geltrú, nos rajamos y fuimos al
camping Platja Vilanova. Dormimos tranquilos, duchita caliente a la mañana siguiente y nos fuimos a Tarragona. Allí dimos un paseo y disfrutamos de tapas "típicas" del lugar: bravas y tosta de butifarra en la plaça de la font, que hacía un día estupendo.
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"El gran circo romano" |
Tras reponer fuerzas, seguimos el viaje por la nacional 211, cruzando la provincia de Teruel, casi solos por la carretera. Se acercaba la hora del café (nosotros no perdonamos una...) y paramos en
Alcañiz, que tenía a los vecinos, turistas y sobre todo tambores preparados para la procesion de la tarde.
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Preciosa y singular plaza de España |
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Atuendo de los tamborileros |
Unos kilómetros más y se hizo de noche. Qué casualidad que estabamos llegando a
Sigüenza. Allí nos buscamos un
furgoperfecto muy cerquita de la plaza mayor para pasar la noche.
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La Plaza Mayor cuando llegamos |
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El furgoperfecto al despertarnos. Al fondo, la Catedral |
A la mañana siguiente (domingo ya!) nos dimos un paseo por el pueblo visitando la catedral, el parador, la casa del Doncel, pero, sobre todo, disfrutando de sus callejuelas.
Con pocas ganas de volver a casa, nos despedimos de Sigüenza. Para alargar un poco el viaje, de nuevo parada técnica, en
la villa de Ayllón, ya en la provincia de Segovia.
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Iglesia románica de San Miguel |
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A las 6 de la tarde, llegabamos a Pucela y empezaba la odisea de deshacer y repartir equipajes...
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